Ese instante preciso del paso entre la pintura abstracta y la figurativa es lo que puede verse en la obra de Daniella Queirolo. Se trata de una pugna, casi un antagonismo entre los personajes centrales y los fondos que se difuminan. La obra de Queirolo evidencia un tránsito real, una didáctica sobre la pintura en nuestros días. Se trata de un ejercicio de yuxtaposición de estilos, planos y diversas formas de asumir la figuración. En tiempos donde muchos abandonan la práctica de la pintura, la obra de Queirolo es una toma de posición y una dinámica de experimentación. Definitivamente, otra forma de asumir la práctica contemporánea con trabajo sostenido, observación y compromiso con el proyecto cultural. Debemos estar más que atentos al trabajo de una artista que asume el riesgo en la pintura como algo suyo. David Flores-Hora Curador, crítico e historiador del arte.

“Mi arte busca precisamente esa simbiosis entre lo abstracto y lo figurativo, entre la energía y el movimiento, y de forma más íntima, entre la fuerza y la dulzura, entre Odette y algo de esa Odile que todos llevamos dentro” Daniella Queirolo